Llegó
siendo un niño a León. Consiguió jugar en la Cultural antes de
convertirse en un trotamundos que ha acabado jugando en Indonesia. Pero
León es su casa y a ella vuelve siempre que puede
Addison está de vuelta. De nuevo en León, pero
esta vez no para quedarse. Durante un mes se entrenara con la Cultural
para mantener la forma y regresar a Indonesia, en cuya liga brilló en la
pasada temporada con el Psis Semarang (nueve goles en 11 partidos le
contemplan), donde busca acomodo para seguir creciendo como futbolista.
En
León está como en casa. De hecho, León es su casa. Hace 11 años
aterrizó en el Reino de León, entonces recién inaugurado con el nombre
de Antonio Amilivia. Con la maleta llena de sueños y sin saber muy bien
adonde venía, Addison Alves de Oliveira llegaba a León. Venía desde
Brasilia, su ciudad natal, donde había conseguido hacerse con un hueco
en el fútbol profesional jugando en la Sociedade Esportiva Santa María y
el Clube de Regatas Guará, para probar con la Cultural, un equipo que
entonces acariciaba el sueño del ascenso a Segunda División, que se iba a
escapar en aquella fase de ascenso que nacía llena de ilusiones en
Motril y moría a golpe de goles en la meta propia contra el Getafe.
A
Miguel Ángel Ávarez Tomé le gustó aquel morenito rápido como una bala y
con el gol en la sangre, pero lo que nadie le había dicho a Addison era
que en Segunda División B no se admitían jugadores extranjeros que no
fueran comunitarios.
Cualquier otro habría vuelto a meter la poca
ropa con la que cruzó el Atlántico en su maleta y habría vuelto a casa,
donde no le faltaba de nada y era conocido en el fútbol de su país. De
hecho él llegó a viajar a Brasilia, pero regresó de nuevo a León para
retomar lo que había dejado. Addison no lo hizo. Decidió quedarse en
León, que empezó a ser su casa. El Onzonilla le abrió sus puertas para
jugar en Provincial. Fueron meses duros en los que malvivió hasta que el
alcalde de Onzonilla le buscó un trabajo con el que empezó a vivir.
“Estoy muy orgulloso de mi lucha y de que nunca he dejado de trabajar.
Cuando llegué a León tenía 20 años y estaba solo en España. Trabajé para
el Ayuntamiento de Onzonilla, después en las piscinas de Trobajo y en
todo lo que salía hasta que llegué a la Cultural y pude entrar en el
fútbol profesional”, recuerda el exjugador de la Cultural que después de
curtirse y golear en el Onzonilla, el Atlético de Bembibre y el Huracán
Z, logró la nacionalidad española que tanto necesitaba y, con ella, su
oportunidad.
Con el pasaporte en la mano se le abrieron las
puertas de la Cultural. Un sueño cumplido. “Todos los jugadores de León
quieren jugar en la Cultural y yo ya era un jugador más”, recuerda
Addison Alves de Oliveira, que recuerda con gran cariño aquellas dos
temporadas en la Cultural. “La afición me quería y yo estaba feliz en la
Cultural. Mi juego es de entrega constante. Quizás por eso la gente me
quería. Soy un jugador que conecta con los aficionados porque peleo cada
balón. Aquéllos eran años de proyectos importantes en la Cultural, pero
la lástima fue que no conseguimos jugar el play off de ascenso y
aquello, entonces, en la Cultural era un fracaso”.
Acabó
la etapa de la Cultural y Addison iniciaba su carrera fuera de León.
Era 2008 y el Hércules lo fichaba por dos años. Era una apuesta de los
alicantinos, y su ocasión ara brillar en Segunda División. No iba a
poder ser porque el Hércules decidió cederlo al Cartagena con el que
logró el ascenso a Segunda División, aunque tampoco entonces pudo jugar
ene sa categoría ya que al año siguiente su destino fue el Puertollano
en Segunda División B, y de allí al Burgos y al Coruxo.
Era
el momento de dar un cambio a su carrera. El fútbol modesto en España
empezaba a hundirse y el dinero a escasear. Un amigo estaba en Indonesia
y fue él quien lo abrió las puertas de una emergente competición
asiática. “En España me pasaba entonces lo mismo que me ocurre ahora. No
me quedo aquí porque las ofertas son muy pequeñas. Además, ahora sé lo a
gusto que estoy en Indonesia. Por eso voy a esperar el mercado de allí.
Nunca me imaginé ir para allí, pero hacía mucho tiempo que estaba un
amigo allí y me dijo que me iba a llamar. Me fui a Brasil a intentarlo
en mi país, no me surgió nada interesante y al final salió esto Psis
Semarang. Once partidos y nueve goles lo contemplan. Interesante, pero n
suficiente para que su exequipo lograra una de las plazas de ascenso
para la nueva Primera División de Indonesia en la que ahora busca un
hueco, “un club de los 24 que hay en Primera División”, señala Addison
Alves que no espera noticias hasta dentro de un mes “porque será a
finales de octubre cuando se mueva el mercado. En noviembre empezará la
pretemporada y la Liga en el mes de enero”, señala Addison que a sus 32
años tiene muy claro que quiere seguir siendo y sintiéndose futbolista,
pero en sus temporadas de descanso tampoco duda que las quiere pasar en
León. Casi hasta se enfada cuando le preguntan por qué está en León:
“Porque tengo aquí mi residencia y ésta es mi casa”, asegura sin dudar
el exdelantero de la Cultural.